domingo, 4 de marzo de 2012

CANTOS PARA LA III SEMANA DE CUARESMA 2012


Hoy, tercer domingo de Cuaresma, es una muy buena ocasión para pensar en nuestra escala de valores.  Las lecturas nos hablan de los diez mandamientos, la sabiduría de la cruz, el templo con sus sacrificios externos y el nuevo templo de Cristo resucitado.  En él se dará la presencia de Dios entre los seres humanos y está en medio de nosotros para presentar al Padre nuestra acción de gracias.  Empecemos esta liturgia cantando






PRIMERA LECTURA
La liberación de la esclavitud egipcia y el pacto con Dios en Sinaí, hacen de Israel el pueblo escogido.  En su nuevo estado recibieron ellos una nueva ley, el Decálogo, que tiene sentido de respuesta, reconocimiento y acción de gracias por la gran intervención salvífica de Dios.  Pongamos atención.

Lectura del libro del Éxodo 20, 1-17


En aquellos días, el Señor pronunció las siguientes palabras:
«Yo soy el Señor, tu Dios, que te saqué de Egipto, de la esclavitud.
No tendrás otros dioses frente a mí. No te harás ídolos, figura alauna de lo que hay arriba en el cielo, abajo en la tierra o en el agua debajo de la tierra.
No te postrarás ante ellos, ni les darás culto; porque yo, el Señor, tu Dios, soy un dios celoso: castigo el pecado de los padres en los hijos, nietos y biznietos, cuando me aborrecen.
Pero actúo con piedad por mil generaciones cuando me aman y guardan mis preceptos.
No pronunciarás el nombre del Señor, tu Dios, en falso. Porque no dejará el Señor impune a quien pronuncie su nombre en falso.
Fíjate en el sábado para santificarlo.
Durante seis días trabaja y haz tus tareas, pero el día séptimo es un día de descanso, dedicado al Señor, tu Dios: no harás trabajo alguno, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu ganado, ni el forastero que viva en tus ciudades.
Porque en seis días hizo el Señor el cielo, la tierra y el mar y lo que hay en ellos.
Y el séptimo día descansó: por eso bendijo el Señor el sábado y lo santificó.
Honra a tu padre y a tu madre: así prolongarás tus días en la tierra que el Señor, tu Dios, te va a dar.
No matarás.  No cometerás adulterio.  No robarás.  No darás testimonio falso contra tu prójimo.  No codiciarás los bienes de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de él.»


Palabra de Dios.


Salmo Responsorial:   III Semana de Cuaresma ciclo B

Sal 18, 8. 9. 10. 11 (l.: Jn 6, 68)


Señor, tú tienes palabras de vida eterna.


La ley del Señor es perfecta y es descanso del alma; el precepto del Señor es fiel e instruye al ignorante. 


Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón; la norma del Señor es límpidá y da luz a los ojos.


La voluntad del Señor es pura y eternamente estable; los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos.


Más preciosos que el oro, más el oro fino; más Juelces que la miel de un panal que destila.


Segunda Lectura: I Pedro 3,18-22
 Un tema muy espacial para san Pablo es el misterio de la cruz de Cristo en su muerte y en su resurrección.  Para los cristianos comprometidos la cruz es fuerza y sabiduría salvadora para el mundo.  Escuchemos..

Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 1,22-25
Hermanos:
Los judíos exigen signos, los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado: escándalo para los judíos, necedad para los gentiles; pero, para los llamados -judíos o griegos-, un Mesías que es fuerza de Dios y sabiduría de Dios.
Pues lo necio de Dios es más sabio que los hombres; y lo débil de Dios es más fuerte que los hombres. 
Palabra de Dios.



La expulsión de los traficantes del templo lo hace Jesús para que no conviertan en mercado la Casa de su Padre, que es Casa de Oración.  Esto nos revela a Jesús como el enviado por Dios para establecer una nueva Alianza y una religión en espíritu y verdad.  Con su resurrección se levantará un templo nuevo, su Cuerpo resucitado, la Comunidad nueva en que lo más importante es la fe y la vida interior.  Mis hermanos pongan atención a estas palabras.


Lectura del santo evangelio según san Juan 2, 13-25
Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo:
-«Quitad esto de aquí; no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre.»
Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: «El celo de tu casa me devora.»
Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: - «¿Qué signos nos muestras para obrar así?»
Jesús contestó:
- «Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.» Los judíos replicaron:
-«Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?»  pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y, cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y dieron fe a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús.
Mientras estaba en Jerusalén por las fiestas de Pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo los signos que hacía; pero Jesús no se confiaba con ellos, porque los conocía a todos y no necesitaba el testimonio de nadie sobre un hombre, porque él sabía lo que hay dentro de cada hombre.
Palabra de Dios.
ORACIÓN UNIVERSAL
Por toda la Iglesia: para que cada día sea un signo más claro de reconciliación, de servicio fraterno y de culto en espíritu y verdad. Roguemos al Señor.


Por los que sufren, los enfermos, los presos, y los que no han podido venir a nuestra celebración: para que participen en la gracia de esta Eucaristía. Roguemos al Señor.


Por los catecúmenos que se preparan para el bautismo: para que el Señor haga de ellos piedras vivas y templo espiritual en su honor. Roguemos al Señor.


 Por las naciones del mundo: para que se reine la paz y cesen de una vez y por toda las guerras y el odio. Roguemos al Señor.


Por los que estamos aquí presentes: para que aprovechemos las ocasiones que nos ofrece este tiempo: la Eucaristía diaria, las estaciones cuaresmales, las vigilias, los ayunos y las obras de caridad fraterna. Roguemos al Señor. 


CANTO DE OFERTORIO

  

RE      SOL       fa-#         Sim
En este mundo que Cristo nos da,
RE      SOL             LA  La7
hacemos la ofrenda del pan.
 RE      SOL          fa-#     Sim
El pan de nuestro trabajo sin fin
 RE        SOL        La7
y el vino de nuestro cantar.
 RE       SOL    fa-#              Sim
Traigo ante ti nuestra justa inquietud:
 RE        SOL         LA  La7
amar la justicia y la paz.

SOL      LA
SABER QUE VENDRAS,
        FA#m    SIm
SABER QUE ESTARAS
mi             LA            RE
PARTIENDO A LOS POBRES TU PAN.

RE       SOL        fa-#         Sim
La sed de todos los hombre sin Luz,
RE       SOL            LA  La7
la pena y el triste llorar.
 RE       SOL      fa-#   Sim
El odio de los que mueren sin fe,
 RE     SOL          La7
cansados de tanto luchar.
 RE   SOL       fa-#          Sim
En la alegria de nuestra oblación,
 RE      SOL      LA  La7
acepta la vida Señor.


SANTO

Santo, Santo, Santo es el Señor
CORDERO DE DIOS



CANTO DE COMUNIÓN



mi      SI7      mi   SI7              mi
Andando por el camino te tropezamos, Señor,
             SI7      mi    la        RE7       SOL
te hiciste el encontradizo, nos diste conversación.
  RE7        SOL    RE7               SOL
tenían tus palabras fuerza de vida y amor,
  la   SI7  mi   SI7               MI
ponían esperanza y fuego en el corazón


MI     SI7      MI         LA      MI
TE CONOCIMOS, SEÑOR, AL PARTIR EL PAN.
LA                MI         SI7     MI
TÚ NOS CONOCES, SEÑOR, AL PARTIR EL PAN.


mi          SI7      mi    SI7              mi
Llegando a la encrucijada, Tú proseguías, Señor,
          SI7      mi    la       RE7      SOL
te dimos nuestra posada, techo, comida y calor;
   RE7         SOL  RE7               SOL
sentados como amigos a compartir el cenar,
  la    SI7 mi    SI7                MI
allí te conocimos al repartirnos el pan.


  mi    SI7       mi    SI7             mi
Andando por los caminos te conocimos, Señor,
          SI7     mi     la     RE7     SOL
en todos los peregrinos que necesitan amor;
   RE7         SOL   RE7                SOL
esclavos y oprimidos que buscan la libertad,
    la        SI7 mi     SI7                 MI
hambrientos, desvalidos, a quienes damos el pan.

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